En realidad los primeros turmereños que se radicaron en Caracas fueron los indígenas autóctonos y los descendientes de los encomenderos españoles como Antonio de Tovar, Diego Pantoja y Juan Martines de Villegas, y algunos lugareños circunvecinos que habían llegado atraídos por el potencial agrícola de estas tierras. Paradójicamente, ellos no emigraron a Caracas sino que Caracas vino hacia ellos cuando en 1811 el congreso dispuso la división del pais en provincias, departamentos y cantones y asigna al cantón de Turmero, antes Parroquia de la Candelaria, al Departamento de los Valles de Aragua y a éste a la
Provincia de Caracas.


En la época contemporánea, entre otros, destaca como embajador supremo de Turmero no solo en Caracas:, sino también en Venezuela y en el Mundo Bob Abreu, el popular “comedulce”, pelotero profesional estrella de las grandes ligas y de nuestra pelota local, quien empató a Willy Mays al completar 13 temporadas consecutivas jugando por lo menos 150 juegos en cada una. Salvando las distancias y en otro orden de cosas también Amalio Belmonte, como Sociólogo y como Secretario de la UCV, mi hermano Amalio Sarco Lira, Coordinador por mas de 20 años de la Prueba Nacional de Aptitud Académica, nuestra experta en procesos electorales Carmen Flor Tosta y Filadelfo Morales y Lucy Sarcolira como Profesores de la UCV, ponen su granito de logros en el consulado de Turmero en Caracas.
Comentario aparte merece uno de los más afanados y reputados representantes de Turmero, a pesar de haber sido un perfecto animal. Me refiero al caballo de purasangre que llevaba el nombre de GRADISCO y era hijo de Show Ring en Gradara.. Este ejemplar nació en el Haras San Pablo de Turmero en 1957 y ganó su primera carrera a los dos años de edad, en una distancia de 800 metros, marcando record en la distancia. A partir de alli cosechó 17 triunfos al hilo. Destacando que en 1960 marcó hito en la hípica nacional al convertirse en el primer caballo venezolano triplecoronado al ganar con la conducción de Manuel Camacaro los clásicos Fuerzas Armadas, Ministerio de Agricultura y República de Venezuela Habiéndose retirado por lesiones, retornó a las pistas para correr el clásico Fuerzas Armadas en el que, producto de sus dolencias, perdió el invicto y fue retirado a la cría, entre otros descendientes destacaron Shazam, Gradivo, Nona B y Dakota. Murió el 14 de marzo de 1974 en el Haras Venezuela.

390 años después de aquel viernes 27 de noviembre de 1620 en que la autoridad española, representada por el Presbítero Gabriel de Mendoza, erigió la Parroquia Eclesiástica de Nuestra Señora de la Candelaria de Turmero, nuestro pueblo aún busca las vías propicias hacia su desarrollo.
Turmero como pueblo de facto sobrevivió a las carnicerías del coloniaje español y a la explotación inmisericorde y los maltratos de los encomenderos que mermaron su población original en más de la mitad para 1620. Después los avatares de la guerra independentista que lo sacudían con persistencia por su posición equidistante en el centro de la provincia y las sucesivas migraciones ante el temor de los ataques realistas. En una ocasión los soldados de Boves, decapitaron a una buena parte de la población y quemaron parcialmente los archivos eclesiásticos. Todo esto redujo también a menos del 50% la población censada para 1810. A ello se se le sumaban las enfermedades o pestes que también contribuían a diezmar la población.
El temor ahora no lo inspiran la ejecuciones sumarias de los realistas sino los desaciertos acumulados en medio siglo de administración de la ciudad que nos han condenado a tener calles estrechas y escasas para nuestro intenso tránsito vehicular, que no nos dotan de los drenajes requeridos para la disposición de las aguas de lluvia, que nos han menguado los espacios destinados a la recreación y al deporte, que no proveen oficinas locales para los trámites de Cantv, Rif, Declaraciones de Impuesto, Licencias de Conducir, Cantv, Cédulas de Identidad y Pasaportes, que no utilizan adecuadamente los recursos policiales para disminuir con sistemas de prevención e inteligencia los elevados índices delictivos y sobre todo, sentimos temor por las consecuencias de la actuación de funcionarios venales que no actúan como debieran para reducir los impactos que en la calidad de vida del turmereño ocasionan la basura y la contaminación atmósférica y sónica y la baja en el nivel freático que ha venido mermando la producción de nuestros pozos profundos y la amenaza de inundaciones y deslaves tipo Vargas, producto de la tala y la quema y demás actividades ilícitas que se realizan en los focos de invasión establecidos en la Cuenca Alta del Río Paya desde 1990.
Estamos a tiempo de construir, con el concurso de todos, un mejor escenario para la celebración de nuestros primeros cuatrocientos años como ciudad.
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