miércoles, 26 de mayo de 2010

El maestro VICENTE MENDOZA


Un aragüeño ilustre que dedicó su vida a la música

Lourdes Denis Santana

Este documento fue elaborado sobre la base de la información suministrada por el músico José Manuel Mendoza Rodríguez, hijo de don Vicente Mendoza, durante una entrevista efectuada en Turmero, el 22 de mayo de 2001.Asimismo, fueron considerados los aportes de la abogada Diabel Mendoza de Montoya, nieta del maestro Mendoza.

Datos biográficos

Vicente Sabino Mendoza Payares nació en la población de El Consejo, estado Aragua, el 27 de octubre de 1895. Vivió en El Consejo hasta la edad de catorce o quince años aproximadamente, cuando la familia se mudó a Caracas (1910) y, años más tarde, tras la muerte del General Juan Vicente Gómez, se radicó en Turmero. Sus padres fueron: José Inés Mendoza y Abelina Payares.

Desde joven, Vicente Mendoza fue sensible a la interpretación musical y mostró dotes en este campo. “Estudió música con un tío, en una forma medio clandestina porque sus padres no querían que él fuera músico”, narra su hijo José Manuel. El tío José Inés Mendoza tocaba clarinete y enseñó al joven Vicente a escondidas de los padres de éste. El chico aprendió y se destacó en el arte musical. Ejecutaba varios instrumentos; entre ellos saxofón, clarinete y violín. El dominio de tales instrumentos le suministró los conocimientos básicos para la enseñanza de otros tipos de instrumentos.


Se casó alrededor de 1926, en Maracay, con Amanda María Rodríguez Palma, oriunda de Turmero, quien tenía catorce años cuando contrajo nupcias. Para entonces, Vicente tenía treinta años y ya era músico de la Banda Gómez. Amanda se desempeñaba como ama de casa. Murió de setenta y cinco años, el 20 de abril de 1987, producto de un infarto. Sus restos reposan en el cementerio de Turmero. El matrimonio tuvo cuatro hijos, dos hembras y dos varones, cuyos nombres fueron:

- Belén Mendoza de Ramos, nació el 26 de junio de 1926. Fue maestra normalista; murió el 12 de noviembre de 1966. Tuvo un hijo llamado Oscar José, músico de trayectoria.

- Oscar Vicente Mendoza Rodríguez, nació en 1928. Es músico. Se mudó de Turmero en 1950, aproximadamente. Vive en Caracas. Ha trabajado con diversas orquestas venezolanas de reconocida trayectoria, tales como la orquesta de Pedro J. Belisario, Los Melódicos, La Billo’s Caracas Boys, Charlie Frómeta. Casado con Eglée Viloria, con quien tiene seis hijos: Carmen, Oscar Antonio, Belén, Yumari, Vicente Emilio y Richard. Este último, músico percusionista.

- Carmen Amanda Mendoza, nació el 08 de enero de 1931. Falleció el 26 de junio de 1999. Fue maestra. Casada con Juan José Otamendi. Tuvo cinco hijos: Dubilio, Laura, Jeannette, Belén y Odalis.


- José Manuel Mendoza Rodríguez, nació el 17 de abril de 1936. Casado con Alicia Tovar de Mendoza. Tuvo dos hijos: José Manuel y Diabel Emilia. Al igual que su padre, José Manuel es músico desde los diez y seis años, intérprete de la trompeta, y prestó servicios como músico en la Banda Sinfónica del Estado Aragua y en la Gobernación de Aragua.

El maestro Vicente Mendoza asistió a una Escuela Primaria ubicada en La Victoria. “Lo de él era la música”. Estudió hasta quinto grado, lo cual equivalía a un alto nivel para aquella época. Quienes conocieron la exigencia del sistema educativo de antaño, equiparan el grado de Primaria de entonces, con el de Bachillerato del momento actual.

Con respecto a su personalidad, se caracterizó por ser una persona de gran sensibilidad social y humana.

Papá no podía ver necesidad. Fue un hombre noble y de buen corazón. Ayudaba a los demás. No reunía un centavo de su sueldo. Nunca me regañó. Mamá era más fuerte. Tú no le pones carácter a esos muchachos, le decía ella... En aquella época no había tanto libertinaje como ahora. La época era diferente. Hemos trabajado toda la vida para vivir...
(José Manuel Mendoza, entrevista personal, mayo 22, 2001)

Vicente Mendoza falleció el 16 de agosto de 1977, en la casa ubicada en la Calle Miranda # 50, en Turmero, estado Aragua. Murió debido a complicaciones de tipo renal, a los ochenta y un años de edad.

Actuación profesional

El maestro Vicente Mendoza fue director de la Banda del Estado Aragua durante “una inmensa cantidad de años”. Fundó Escuelas de música en La Victoria, El Consejo, Palo Negro, Santa Cruz, Magdaleno, Maracay y Turmero. Parte de sus recorridos (en el poblado de Turmero?) los efectuó en una moto con la cual se desplazaba con facilidad.

Fue músico de la Banda Gómez, con sede en Maracay, y, posteriormente, músico de la Orquesta Presidencial del General Gómez, en Caracas, entre los años 1926 a 1936. Para esta época, la familia Mendoza vivía en Caracas. Debido a los sucesos políticos ocurridos a raíz de la muerte del General Juan Vicente Gómez, la familia Mendoza se mudó a Turmero, donde estaba establecida la familia de su esposa Amanda, quien para la época se hallaba embarazada de su último hijo, José Manuel. Por aquellos años, el maestro Mendoza fundó en Maracay una estudiantina con un grupo de muchachas de aquella época, quienes se destacaron en la interpretación del violín.

Al maestro Mendoza le gustaba participar en actos sociales de diverso tipo. Pero sentía especial preferencia por los actos religiosos. Usualmente, participaba en las procesiones de Semana Santa realizadas en Turmero, destacándose por la ejecución del violín. Esta actividad la realizó hasta la avanzada edad de ochenta años. “Un señor de ochenta años tocando en una procesión, es mucho cuento”, afirma su hijo José Manuel.

En 1971, siendo director de la Banda del estado Aragua, fundó en Turmero la Sociedad Religiosa Santa Cecilia, patrona universal de los músicos. En los primeros tiempos, durante los actos de la Sociedad usaban una pequeña imagen de la virgen que solicitaban en calidad de préstamo. Luego, el Sr. Manuel Rodríguez, primo hermano de Amanda de Mendoza, donó una hermosa imagen traída desde España, la cual es propiedad de la familia y era utilizada en las procesiones que se realizaban anualmente en la Plaza Mariño y en misas que se celebran en la Catedral de Turmero. Asimismo, la venerada imagen de Santa Cecilia ha engalanado algunos actos religiosos realizados en la Escuela de Música.

La actuación musical de Vicente Mendoza fue ampliamente difundida y reconocida en la zona central de Venezuela durante varias décadas del siglo veinte. Tuvo muy buenas relaciones con todos los músicos de la época, la mayoría de ellos hoy fallecidos. Su obra constituye un baluarte de la cultura popular de Aragua y de la nación en general.

Como dato curioso se puede mencionar la existencia de un torero español, de nombre Vicente T. Mendoza, quien estuvo en Venezuela cuando el General Gómez era presidente. Para la época, llamó la atención la similitud de sus nombres.

Legado musical

En opinión de su hijo José Manuel, el principal legado de Vicente Mendoza está representado por la fundación de las Escuelas Populares de Música, a lo largo de sesenta décadas del siglo veinte.

Para esa época, hasta cuando murió, lo que tenía era una subvención de doscientos o trescientos bolívares mensuales, que los utilizaba, aparte de su peculio, para los gastos ocasionados por su actividad musical. Las reparaciones de instrumentos las pagaba él de su bolsillo. Él estaba muy pendiente porque como era el Director de la Banda en Maracay, cuando venía la rotación instrumental, cuando venía una dotación nueva, él escogía lo mejorcito que iba a desechar el Ejecutivo. Él lo pedía, mayormente, para las Escuelas de Música. El Estado se lo cedía completamente y con bastante rapidez. Nunca cobró un centavo por dar las clases. En Turmero tuvo más de cien alumnos.
(José Manuel Mendoza, entrevista personal, mayo 22, 2001)

El anterior testimonio permite deducir que la motivación musical de Vicente Mendoza lo condujo a desarrollar una desinteresada y encomiable labor docente, digno ejemplo a seguir por los profesionales que en la actualidad se desempeñan tanto en esta área como en otras ramas del ámbito cultural.

Sólo en Turmero, el maestro Mendoza tuvo más de cien alumnos. Muchas personas que actualmente ya son adultos, e incluso ancianos, fueron sus estudiantes. Muchos no persistieron en la música, pero figuraron como buenos profesionales en otras disciplinas (derecho, medicina). Otros discípulos que continuaron su formación musical se han destacado en este medio artístico, por ejemplo, el turmereño José Francisco Liébano, quien forma parte de la Sinfónica de Aragua, y Pedro Blanco, ya fallecido, quien fue un músico muy competente, de Turmero.

Su legado musical fue extenso. Aunque dedicó gran parte de su esfuerzo y de su tiempo a la música sacra, sus composiciones son diversas: marchas fúnebres, marchas religiosas, música popular, valses, pasodobles, joropos. Desafortunadamente, buena parte del archivo personal del maestro Mendoza se dañó por los efectos del tiempo y otra se dispersó entre personas conocidas quienes solicitaron, en calidad de préstamo, documentos que nunca fueron devueltos. Hoy resulta sumamente difícil rescatar esas partituras.

Algunos integrantes de la familia Mendoza se han propuesto rescatar, recopilar y difundir el legado de Vicente Mendoza. Entre ellos, destaca el empeño de Diabel Mendoza de Montoya, abogada, nieta del maestro Mendoza, quien ha reconstruido parte de la información biográfica acerca de su renombrado abuelo. En 1993, en ocasión de un homenaje ofrecido por la Alcaldía del Municipio Mariño en memoria de Vicente Mendoza, Diabel pronunció el discurso de orden. En dicho acto le fue otorgada a Diabel la Orden Ciudad de Turmero, y también, en la categoría post-morten, a su abuelo.

Cuatro generaciones de músicos han hecho presencia en el devenir cultural venezolano, a partir del propio Vicente Mendoza. Sus hijos Belén, Oscar Vicente, Carmen Amanda y José Manuel heredaron las dotes musicales del padre. Con su obra han contribuido a proyectar el prestigio de la familia Mendoza en el mundo de la música venezolana. Los nietos Vicente Oscar y oscar José han recorrido el mundo, como integrantes de importantes orquestas tales como: Los Melódicos, Billo’s Caracas Boys, Oscar de León, la Sinfónica Juvenil de Venezuela, entre otras. Los bisnietos también siguen el ejemplo y la huella del ilustre maestro de Turmero.

La Escuela de Música Vicente Mendoza de Turmero

La Escuela de Música fue fundada originalmente por el propio maestro Vicente Mendoza, en 1940. La Escuela funcionó en diversos locales de Turmero y era atendida por él mismo. Los domingos realizaban retretas en la plaza. El policía escolar ayudaba a recoger donaciones entre los dueños de comercios alrededor de la Plaza Mariño. Algunos daban dos, tres, cinco bolívares... De acuerdo a la colecta que se hacía, el maestro distribuía el dinero entre los veinte muchachos que conformaban “la bandita” del pueblo. Cada uno recibía diez, quince bolívares...

Al principio, la sede estuvo en una vieja casa ubicada en la esquina de la Calle Rivas con Calle Miranda, diagonal con Plaza Mariño, donde estuvo el Banco Latino y hoy funciona el Banco Central de Ahorro y Préstamo. Posteriormente, la Escuela fue trasladada a un solar de medio techo, ubicado en la parte de atrás de la Prefectura de Turmero de los años 40, en una casona muy grande, llamada la Casa de los Nueve Pilares, que ocupaba media manzana. Al lado de esa casona funcionó la Policía de Turmero y el Concejo Municipal cuyo Presidente era Harry Ganteaume. La Casa de los Nueve Pilares, se hallaba ubicada donde actualmente está el estacionamiento de la Alcaldía del Municipio Mariño. Esta casona fue tumbada durante la época del gobierno de Rómulo Betancourt para la construcción del edificio en el que hoy funciona la Alcaldía.

Luego, la Escuela de Música fue trasladada a una casa vieja que estaba ubicada en la esquina de la Calle Mariño con Calle Ricaurte, donde hoy se halla la Torre Pacasso.

La última sede de la Escuela, bajo la atención del maestro Mendoza, funcionó por los años 1970, en la casa de la Calle Cedeño # 2-A de Turmero, propiedad de su hijo José Manuel, y donde éste aún habita con su familia.


En 1990, la Escuela fue refundada por iniciativa de la Alcaldía Santiago Mariño, la Cámara de Comercio e Industria y la Parroquia Eclesiástica del Municipio Mariño. En representación de las citadas instituciones, el profesor Efrén Rodríguez, el profesor Peña Dávila y el padre José Pan Lago, respectivamente, crearon la Fundación Escuela de Música Vicente Mendoza el 22 de marzo de 1990, con el objetivo fundamental de formar y educar generaciones de niños y adolescentes en el arte de la música y así contribuir con la promoción y difusión de los valores de la música venezolana y universal.

Desde aquel año, la Escuela de Música ha funcionado en la casona colonial ubicada en la esquina de la Calle Mariño cruce con Calle Carreño # 118 de Turmero. En el local de dicha casona funcionó originalmente la Escuela Federal Graduada José Rafael Revenga , desde 1922 aproximadamente. Cuando la Escuela Revenga fue mudada a un nuevo local, la casona fue otorgada en comodato a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Rural “El Mácaro”.

Esta casona de estructura colonial posee un área de 2.821,46 metros cuadrados de terreno; 1.821,46 metros cuadrados de construcción; y un patio de 1.000 metros cuadrados. El origen legal de esta propiedad aparece especificada como una casa adscrita al Ministerio de educación, según decreto del 21/12/39 publicado en Gaceta oficial Nº 20062... En 1984, una parte de la referida casa es remodelada y acondicionada para el funcionamiento del Centro de Recursos para el Aprendizaje “José Ramón Luna”, inaugurado el 27 de julio de ese año. Actualmente, la residencia de Turmero presenta serios daños en su construcción y no está siendo utilizada, con excepción de una sección destinada al funcionamiento de la Escuela de Música Vicente Mendoza que presta servicios a la comunidad y depende del Concejo Municipal del Distrito Mariño.
Denis Santana, Lourdes (1999). Notas sobre la historia del I.P.R. “El Mácaro”. Trayectoria única en la educación venezolana. (pp. 15-41). En El Mácaro, Presencia y Compromiso (1999). Caracas: Fondo Editorial de la UPEL.

El funcionamiento de la Escuela en la referida casona ha contribuido a rescatar y dar vida a parte de los espacios que pertenecen a esta joya arquitectónica de Turmero. Por largos años, los turmereños han sido testigos del abandono en que se ha mantenido la histórica casona. La otrora sede de una Escuela primaria y luego de una residencia femenina de participantes internacionales de “El Mácaro”, se presenta hoy totalmente en ruinas. Sus techos destartalados, sus colosales pilares lastimados por el sol y la lluvia, así como sus extensos patios, salones y dormitorios han resistido la inclemencia de la desidia de quienes la dejaron a su suerte y a la intemperie. Sólo los acordes melódicos y el bullicio de los estudiantes de la Escuela de Música, así como la presencia de su personal docente, de servicio, de los padres y representantes parecen ofrecerle a la roída casona la energía suficiente para mantenerse en pie.

La referida casona, considerada patrimonio histórico cultural de Aragua por el Concejo Municipal del Distrito Mariño, a cargo de Efrén Rodríguez, ha dispuesto rescatar las edificaciones de esta reliquia histórica, baluarte de la población de Turmero.


A lo largo de sesenta años de existencia, la Escuela de Música de Turmero ha enfrentado diversos altibajos. Mantener la Escuela ha sido siempre un esfuerzo que no todos han sabido valorar. El hijo del maestro Mendoza recuerda cuando la institución estaba dirigida por su padre. Años más tarde, en 1994, su nieto Oscar José Ramos Mendoza ocupó su lugar como director de la institución.

En la actualidad, la población de Turmero admira y aprecia la labor de la Escuela de Música Vicente Mendoza, la cual representa un símbolo de agradecimiento de esta tierra, a uno de sus ciudadanos más ilustres. Cuando se pregunta a los turmereños por la Escuela de Música, sorprende la gran cantidad de niños y jóvenes que afirman hacer estudiado en esa Escuela. Este hecho refleja la disposición de la comunidad a apoyar este tipo de actividades como complemento a la educación formal de los hijos. En contraste, llama la atención que en varias ocasiones la Escuela ha estado a punto de cerrar, debido a que el escaso presupuesto resulta insuficiente para mantener al día el pago del personal que allí labora. El cuerpo directivo de la Escuela, conjuntamente con la Sociedad de Padres y Representantes, luchan por la continuidad del funcionamiento de la Escuela.

La institución vive un momento crucial en su devenir histórico. Ante la inminencia del cumplimiento del decreto que declara patrimonio histórico cultural a la casona donde funciona la Escuela, ésta requiere ser trasladada a otro local.

Parece que quieren cerrar la Escuela porque la edificación tiene problemas. La Escuela tiene que seguir funcionando. Si el local no es adecuado, la municipalidad proveerá. No se puede eliminar una institución por falta de local, como pasó con la Biblioteca... Como si Turmero no necesita biblioteca, pero sí maquinitas, licorerías, salas de juego, loterías... La Escuela tiene que mantenerse contra viento y marea.
(José Manuel Mendoza, entrevista personal, mayo 22, 2001)

Las limitaciones que enfrenta la Escuela con respecto al local deben ser superadas con el apoyo de las autoridades y de la comunidad educativa. Un sistema musical requiere muchos años de trabajo constante. La Escuela de Música representa un nivel básico que prepara a los muchachos para que luego vayan, por ejemplo, al Conservatorio de Música para especializarse en algún instrumento en particular.

Hay que llevar la enseñanza musical a la clase media, a los más humildes. Allí hay valores ocultos que no vemos, e ignoramos. Es necesario que los promotores de la Alcaldía vayan a los barrios y traigan muchachos a la Escuela. Hay que ampliar las funciones de los promotores culturales, abarcando teatro, pintura, música... Recomiendo a las personas que laboran en la Escuela que le pongan amor y corazón al trabajo. Si son profesores de música, tienen que ser profesionales que les guste esta actividad. El músico que no tiene corazón y amor al trabajo es un mercader de la música. A la hora de trabajar, un músico nunca debe anteponer la frase: mi trabajo vale tanto...; porque eso es feo.
(José Manuel Mendoza, entrevista personal, mayo 22, 2001)

La Escuela de Música cumple una labor social al mantener ocupados a niños y jóvenes, rescatándolos del ocio y de actividades poco dignificantes.

La elaboración del presente documento representa un esfuerzo por contribuir a sistematizar la información acerca de un personaje popular cuya obra requiere ser valorada y redimensionada como digno ejemplo para niños y jóvenes. Esta recopilación representa un homenaje al maestro Vicente Mendoza, epónimo de la Escuela de Música de Turmero, en la cual ha destacado la obra de numerosos profesionales. Entre ellos, Silmar Gómez y Oscar Gavidia, quienes años atrás trabajaron con ahínco para preparar niños y jóvenes en el campo musical, luchando contra las carencias y limitaciones que enfrenta la institución. Los turmereños deben estar orgullosos de contar con la Escuela de Música Vicente Mendoza la cual requiere del apoyo constante para continuar contribuyendo a la importante labor social y cultural que desarrolla.

Comentarios a la autora: ldenisantana@gmail.com

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